La primavera es impredecible, pero lo que se puede asegurar en latitudes como la nuestra, es la escasez de agua en el campo y la dureza de un clima eminentemente cálido los meses de verano. Por ello el gestor de un terreno cinegético debe comenzar a realizar una serie de actuaciones que sean beneficiosas para las especies que pueblan su terreno, corrigiendo las carencias que se encontrarán en un futuro próximo. COMEDEROS Y BEBEDEROS: ELEMENTOS FUNDAMENTALES DE GESTIÓN.
Hay una idea importante a transmitir y es un hecho irrefutable: los terrenos que son gestionados; en los que hay comederos y bebederos (con comida y agua, no vacíos y abandonados), en los que se realiza un buen control de depredadores y frecuentes controles sanitarios de la fauna cinegética, en los que hay una persona efectiva encargada de realizar estos trabajos y de llevar el mantenimiento y control de las mejoras de hábitat con cierta periodicidad; son terrenos que normalmente cuentan con poblaciones de especies cinegéticas abundantes y en los que consecuentemente existe una biodiversidad importante. Actualmente sin gestión es muy difícil tener caza y menos aun perdices.
De las medidas fundamentales a adoptar en toda buena gestión es el de crear una amplia y continua red de núcleos de gestión compuestos básicamente por un bebedero, comedero y un refugio. Estos serán puntos de visita obligada para la fauna en general y bien ubicados conseguiremos evitar los grandes desplazamientos de nuestra fauna sobre todo en sus primeras semanas de vida, lo cual constituye una importante causa de mortandad propiciada por golpes de calor, atropellos, depredadores, inanición y un sinfín de peligros naturales e inducidos por el hombre.
En el plano topográfico marcaremos los límites de la zona a gestionar y señalaremos todos los puntos de agua existentes tales como charcas, arroyos, fuentes y manantiales, datos que ya vienen señalados en el mismo. Una vez aquí, determinaremos cuales son las zonas de sequedad.
Es aquí donde prestaremos especial atención a la colocación de nuestros puntos de agua artificiales.
El objetivo a conseguir es el de crear una amplia y continua red de puntos de agua evitando así los grandes desplazamientos de fauna sobre todo en sus primeras semanas de vida lo cual es una importante causa de mortandad. Tenemos que saber que los perdigones durante sus primeros 3 a 5 días de vida casi no comen sino solo beben, de hay la importancia de obtener agua y su facilidad de acceso.
Hermeticidad del depósito.- Garantizando así la prolongación, en el tiempo, del tratamiento sanitario y la exclusión de agua y materia orgánica procedente del exterior.
Higiene.- Facilidad en el mantenimiento y desinfección, evitando la creación de algas y la presencia de materia orgánica Material.
Impacto visual. Aunque a veces tengamos que contradecir los criterios en materia de impacto visual en la naturaleza, el bebedero a pesar de parecer impactante en el entorno natural, una vez instalado y semienterrado en la tierra reduce dicho impacto.
Consolidando el impacto positivo que estos elementos artificiales ofrecen a la naturaleza, deben ser del todo mimetizados con el entorno y con la capacidad justa y relativa a los medios técnicos y humanos necesarios para su mantenimiento. Existen depósitos de color azul, blancos y otros colores que de instalarse deben ser mimetizados y camuflados entre la vegetación. La Profundidad del bebedero debe ser apta para los pollos.