lunes, 9 de febrero de 2015

La actuación se desarrolló en la isla de Lanzarote, por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil.

La Guardia Civil ha imputado a una persona por un presunto delito de maltrato a animales domésticos



La Guardia Civil en Lanzarote ha procedido a la imputación, el pasado día 26 de enero, de una persona de iniciales V.M.P.R. como supuesto autor de un delito de maltrato de animales domésticos en el municipio de Teguise, al mantener varios perros de raza podenca sin comida durante más de diez días en una finca rural, de tipo chamizo, situado cerca de la carretera de Teguise a Famara.

Información 
Tras recibir un aviso de la Policía Local de Teguise sobre la posible existencia de unos animales domésticos en mal estado de salubridad, los componentes del Destacamento del SEPRONA de la Guardia Civil de Costa Teguise iniciaron la correspondiente investigación.

Inspección del recinto
Por ello, el pasado día 26, en compañía de la Policía Local de Teguise y del veterinario del Ayuntamiento, se procedió a una inspección del lugar donde se encontraban dos perros.

En dicha inspección la Guardia Civil observó como los citados animales, en concreto dos podencos de caza, se hallaban entre gran cantidad de sus propios excrementos, no había agua ni comida para alimentarlos y además presentaban varias heridas en los ojos y otras partes del cuerpo.

Dichos animales fueron intervenidos y depositados en el Centro y Acogida de Teguise, a disposición judicial. Aunque uno de los perros falleció a los pocos minutos de llegar al centro.

El imputado ha pasado a disposición del correspondiente Juzgado, en funciones de guardia, de la localidad de Arrecife.

Las personas que realicen este tipo de delitos pueden enfrentarse a penas de tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales.


Fuente: Revista Tara

La caza con arco en el Neolítico, un acto social más que una necesidad

La caza como medio para promover las relaciones personales y el prestigio social podría tener un origen mucho más antiguo de lo esperado.


Al menos esta es la principal conclusión de un estudio realizado por un equipo de arqueólogos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), tras estudiar los arcos neolíticos hallados en el yacimiento de La Draga (Banyoles, Girona) durante una campaña de excavación de 2012.

Extremadura

Alertan de la incidencia negativa de las repoblaciones de conejo y perdiz

Piden su prohibición o al menos el control exhaustivo de la junta


La Asociación para la Conservación de la Naturaleza y la Caza en Extremadura (Aconcaex) alertó ayer del perjuicio que suponen las repoblaciones del conejo y de la perdiz. El vicepresidente de Aconcaex, Serafín Cortés, pide la prohibición de estas repoblaciones, o al menos un control muy exhaustivo por parte del Gobierno extremeño, para evitar que el impacto de las enfermedades específicas siga creciendo en ambas especies. En el caso del conejo, Cortés cree que la Administración debería poner remedio a las enfermedades --sobre todo la hemorrágica vírica-- que merman su número, un problema que se acrecienta por la permisividad en relación con las repoblaciones. En su opinión, la llegada de conejos de fuera de Extremadura puede potenciar la cepa de la enfermedad, lo que perjudica a la especie que vive en la comunidad y que ha podido desarrollar anticuerpos contra el virus.
Por este motivo, Aconcaex --perteneciente a la Unión Nacional de Asociaciones de Caza-- pide una actuación de la Junta. Con la perdiz está sucediendo algo similar, a su juicio, pues se producen repoblaciones de esta especie que no son autóctonas o no hay control exhaustivo de las granjas vendedoras. En su opinión, la pureza autóctona de la perdiz introducida debe ser del 80% o del 90%. A ello unió otros aspectos, como la introducción de productos insecticidas en el campo que perjudican a la cría de la perdiz o el control de los depredadores para limitar su incidencia en la caza menor. La liebre, por otro lado, crió un poco más el año pasado, pero también se ha visto perjudicada por las enfermedades específicas.
Fuente: el Periódico