Aseguran que los perros de aficionados procedentes de otras localidades de la Isla, las jornadas autorizadas para practicar la actividad cinegética, irrumpen sin control en las fincas y cultivos particulares y causan “verdaderos atropellos”.
“Llegan a las cinco de la madruga, sueltan un ‘batallón’ de canes, algunos de los cuales se suben a los tejados de las viviendas y entran en los corrales de gallinas y conejos”, aseveran.
Vecinos de Garafía denuncian el comportamiento de numerosos cazadores, que como una ‘invasión’, procedentes otras localidades de la Isla, los días autorizados para practicar la actividad cinegética (jueves, domingos y días festivos), irrumpen con sus perros en el municipio. Estos aficionados, con sus podencos, aseguran, se meten sin ningún miramiento en fincas y cultivos particulares y, a menudo, causan “verdaderos atropellos”. Los afectados temen que, algún día, este avasallamiento vaya a más y provoque un enfrentamiento de consecuencias imprevisibles.