A través del seguimiento de la actividad cinegética y del trabajo de campo con los cazadores se puede contribuir al conocimiento del número de cada especie y programar las capturas
Tras la desveda, ya habremos tenido un primer contacto con el acotado y con las especies, y a tenor de estos primeros datos parece ser que esta temporada puede volver a ilusionar a los cazadores, con nutridos bandos de perdices y abundancia de conejos y liebres.
Pero lejos de crearse falsas expectativas, es necesario un trabajo técnico de campo, que permita corroborar estas percepciones, valorar el estado real por el que pasan las especies de caza menor en cada acotado y programar el número de capturas de cada especie que se podrán extraer de forma sostenible. Para ello, el técnico especialista en gestión cinegética utilizará el método de censo más adecuado a las condiciones de ese terreno, que con el apoyo de herramientas estadísticas permitirán estimar con escaso margen de error la situación en la que se encuentran cada especie en ese acotado.