lunes, 19 de enero de 2015

La caza, ¿un recurso mal gestionado por la Administración?

Rodrigo MorenoDirector de Cinegética.
CAZA WONKE

La caza es una actividad, la primera de la humanidad, bastante controvertida. Para algunos, los cazadores somos matarifes, asesinos armados; para muchos, más de un millón, somos gente normal que no ha olvidado el contacto con la naturaleza… Nadie debería olvidar que la caza fue durante mucho tiempo la principal fuente de proteínas, origen del proceso evolutivo humano.
La sociedad de hoy en día, tiende a identificar las armas con la violencia y por eso, por norma general, es contraria a ciertas actividades que, según ella misma, se realizan de forma violenta, como la actividad cinegética o la tauromaquia, entre otras.
Antes, en las guerras sólo participaban los ejércitos, pero durante las dos guerras mundiales y las posteriores, la población civil fue partícipe de un modo implacable, pasando a ser actores y sufrir en sus carnes las consecuencias (valga como ejemplo Hiroshima), los enemigos saben que se hace más daño atacando a indefensos civiles, por lo que se consigue que la opinión pública sea contraria a esta violencia organizada y, por tanto, baja la moral de las fuerzas militares.
De ahí que se haya generado un rechazo visceral hacia la citada violencia y a la propia muerte, y en la caza –como en los toros–, se mata, razón suficiente para que pueda ser aborrecida.
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