La "custodia del territorio" garantiza que las actividades que se realizan en esos territorios sean sostenibles y respetuosas con la naturaleza, pero para ello requiere la colaboración voluntaria de sus propietarios, en
la mayoría de los casos privados, pero también ayuntamientos o administraciones públicas como confederaciones hidrográficas.
Precisamente, la Fundación Biodiversidad -dependiente del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente- está elaborando el tercer "Inventario de iniciativas de custodia del territorio del Estado español", con el fin de dar a conocer la importancia y el alcance de estas actividades. El inventario servirá para conocer el desarrollo actual de la custodia del territorio en España y para actualizar las cifras. Las últimas revelaron que existen en España cerca de 1.500 acuerdos de custodia, y que la superficie gestionada con esta herramienta ronda las 300.000 hectáreas.
LOS PROPIETARIOS NUNCA PIERDEN NI LA TITULARIDAD NI EL CONTROL DE SUS TERRENOS
Así, una entidad (generalmente fundaciones y organizaciones conservacionistas) sin ánimo de lucro llega a un acuerdo voluntario con el propietario de un terreno, y aporta profesionales cualificados para poner en marcha una serie de compromisos que sean aceptados por las dos partes y que contribuyan a conservar y a mejorar sus recursos naturales. Los propietarios nunca pierden ni la titularidad de sus terrenos ni la capacidad de decisión sobre ellos, pero gracias a las ayudas económicas y a la intervención de profesionales cualificados las fincas pueden llegar a tener un mayor valor económico.
En España, el primer antecedente de "custodia del territorio" se registró en 1974, con la creación del Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega (Segovia), una iniciativa promovida por el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente que se asienta sobre dos cotos de caza, reconvertidos en un auténtico santuario para las aves. El "refugio" es gestionado por la organización conservacionista WWF con la ayuda económica de varias empresas e instituciones.
Pero los ejemplos se han multiplicado durante las últimas décadas, y la custodia ha permitido recuperar humedales, cotos de caza, dehesas, mejorar los hábitat de especies emblemáticas como el águila imperial ibérica, el oso pardo o el urogallo, y hasta mejorar masas forestales de importante valor ecológico gracias a la recuperación de la abeja en estado silvestre.
UN EJEMPLO CONSOLIDADO DE CUSTODIA
Uno de los ejemplos más ilustrativos y consolidados de lo que significa la "custodia del territorio" se encuentra junto al Parque Nacional de Monfragüe, y en sus inmediaciones la Fundación Global Nature gestiona varias fincas. En una de ellas -la finca "El Baldío"-, en la localidad de Talaván (Cáceres), esta Fundación lleva a cabo varios programas de conservación y mantiene alguno de los últimos rebaños de ovejas merinas negras o de vacas blancas cacereñas, pero además de conservar y recuperar esas razas autóctonas han realizado actuaciones para mejorar la población de especies-presa (la perdiz o el conejo) y han construido plataformas de nidificación para aves.
A pocos kilómetros, en Malpartida de Plasencia, muy cerca también del Parque Nacional, esta Fundación firmó un acuerdo de custodia con el propietario de una finca y con la sociedad local de cazadores que gestiona la actividad cinegética dentro de ella. Los expertos de la Fundación dirigen las acciones para mejorar la población de conejos, y los cazadores, además de comprometerse a no cazarlos durante al menos dos años, mantienen y vigilan el lugar donde se han soltado los conejos llevados desde otros lugares de España.
Laura García, responsable de esta Fundación en Extremadura, ha subrayado, en declaraciones a EFEverde, la trascendencia de este acuerdo, ya que los conejos son una especie clave en ecosistemas como el bosque mediterráneo, por tratarse de una "presa" de la que dependen otros animales como el
águila imperial o -en otros lugares- el lince ibérico. Una hemorragia vírica y la mixomatosis; el abandono del medio rural; y algunas prácticas cinegéticas poco sostenibles provocaron el declive de las poblaciones de conejo en muchos lugares y el consiguiente deterioro de algunos ecosistemas. Este acuerdo de "custodia" está permitiendo recuperar esas poblaciones de conejos, lo que redunda en beneficio del ecosistema y de la diversidad biológica, pero también, dentro de unos años, en beneficio de la actividad cinegética de la zona.
"Implicar a los usuarios del territorio en la conservación es por lo tanto fundamental si queremos ser eficaces y eficientes", mantiene Laura García, quien ha apuntado que los propietarios de los terrenos estaban antes acostumbrados a recibir limitaciones y normas sobre lo que podían y no podían hacer en sus finas, "pero hoy esos propietarios no se sienten dirigidos, sino colaboradores plenos de la conservación de la naturaleza".
Para los responsables de esta Fundación, que gestiona en régimen de "custodia" numerosas fincas en varias provincias españolas, es fundamental reconocer desde el inicio el papel protagonista que las poblaciones rurales tienen en la conservación del medio ambiente. "Que tengamos las dehesas que tenemos se debe a unos propietarios que las han gestionado de una determinada manera, a unos cazadores que han hecho las cosas bien. Hay que reconocer el papel positivo que han desempeñado y que pueden desempeñar", ha comentado.
UN BENEFICIO PARA LAS ONG, PARA LOS PROPIETARIOS Y PARA EL MEDIO AMBIENTE
"La custodia beneficia a todos: a las organizaciones conservacionistas porque velamos por la mejora del patrimonio natural; y a los propietarios de terrenos privados porque consiguen mejoras en sus fincas, en unos casos relacionadas directamente con la productividad y en otros casos con la mejora del paisaje y de las condiciones medioambientales de sus terrenos", ha concluido Laura García.
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Fuente: .EFEverde.
Precisamente, la Fundación Biodiversidad -dependiente del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente- está elaborando el tercer "Inventario de iniciativas de custodia del territorio del Estado español", con el fin de dar a conocer la importancia y el alcance de estas actividades. El inventario servirá para conocer el desarrollo actual de la custodia del territorio en España y para actualizar las cifras. Las últimas revelaron que existen en España cerca de 1.500 acuerdos de custodia, y que la superficie gestionada con esta herramienta ronda las 300.000 hectáreas.
LOS PROPIETARIOS NUNCA PIERDEN NI LA TITULARIDAD NI EL CONTROL DE SUS TERRENOS
Así, una entidad (generalmente fundaciones y organizaciones conservacionistas) sin ánimo de lucro llega a un acuerdo voluntario con el propietario de un terreno, y aporta profesionales cualificados para poner en marcha una serie de compromisos que sean aceptados por las dos partes y que contribuyan a conservar y a mejorar sus recursos naturales. Los propietarios nunca pierden ni la titularidad de sus terrenos ni la capacidad de decisión sobre ellos, pero gracias a las ayudas económicas y a la intervención de profesionales cualificados las fincas pueden llegar a tener un mayor valor económico.
En España, el primer antecedente de "custodia del territorio" se registró en 1974, con la creación del Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega (Segovia), una iniciativa promovida por el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente que se asienta sobre dos cotos de caza, reconvertidos en un auténtico santuario para las aves. El "refugio" es gestionado por la organización conservacionista WWF con la ayuda económica de varias empresas e instituciones.
UN EJEMPLO CONSOLIDADO DE CUSTODIA
Uno de los ejemplos más ilustrativos y consolidados de lo que significa la "custodia del territorio" se encuentra junto al Parque Nacional de Monfragüe, y en sus inmediaciones la Fundación Global Nature gestiona varias fincas. En una de ellas -la finca "El Baldío"-, en la localidad de Talaván (Cáceres), esta Fundación lleva a cabo varios programas de conservación y mantiene alguno de los últimos rebaños de ovejas merinas negras o de vacas blancas cacereñas, pero además de conservar y recuperar esas razas autóctonas han realizado actuaciones para mejorar la población de especies-presa (la perdiz o el conejo) y han construido plataformas de nidificación para aves.
Laura García, responsable de esta Fundación en Extremadura, ha subrayado, en declaraciones a EFEverde, la trascendencia de este acuerdo, ya que los conejos son una especie clave en ecosistemas como el bosque mediterráneo, por tratarse de una "presa" de la que dependen otros animales como el
¿CÓMO ASEGURAR LA CONSERVACIÓN DE TERRENOS PRIVADOS SIN CONTAR CON SUS PROPIETARIOS?
La custodia, ha explicado Laura García, es vital en un territorio como Monfragüe, un Parque Nacional donde la mitad de la superficie es de propiedad privada, y se pregunta cómo se podrían plantear estrategias de conservación sin contar con esos propietarios privados, o con los cazadores, cuando en Extremadura casi el 90 por ciento del territorio es terreno cinegético."Implicar a los usuarios del territorio en la conservación es por lo tanto fundamental si queremos ser eficaces y eficientes", mantiene Laura García, quien ha apuntado que los propietarios de los terrenos estaban antes acostumbrados a recibir limitaciones y normas sobre lo que podían y no podían hacer en sus finas, "pero hoy esos propietarios no se sienten dirigidos, sino colaboradores plenos de la conservación de la naturaleza".
UN BENEFICIO PARA LAS ONG, PARA LOS PROPIETARIOS Y PARA EL MEDIO AMBIENTE
"La custodia beneficia a todos: a las organizaciones conservacionistas porque velamos por la mejora del patrimonio natural; y a los propietarios de terrenos privados porque consiguen mejoras en sus fincas, en unos casos relacionadas directamente con la productividad y en otros casos con la mejora del paisaje y de las condiciones medioambientales de sus terrenos", ha concluido Laura García.
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Fuente: .EFEverde.